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¿Cuál es el rol de cada una en las empresas?
Antes de establecer una definición clara entre una y otra, es importante partir desde la razón de ser o el propósito de cada una. En el caso de la automatización, su objetivo dentro de las empresas es mejorar el flujo de trabajo. Esto se logra al asumir el cargo de tareas que para los humanos pueden ser repetitivas y, eventualmente aburridas. Esto último es importante, pues cuando un trabajador debe invertir gran parte de su tiempo en un proceso monótono, es más probable que se distraiga y cometa algún error; es ahí donde la automatización de procesos cobra protagonismo y permite que el esfuerzo del capital humano se centre en la estrategia, dejando la operatividad a herramientas automatizadas que pueden hacerlo mucho más rápido y con probabilidades de error significativamente menores.
Por el contrario, el propósito de la IA en las empresas va más allá de la operatividad. La Inteligencia Artificial, a través de procesos de Machine Learning, algoritmos y el uso de diversas tecnologías, está en la capacidad de aprender, razonar y tomar decisiones de manera autónoma; en otras palabras, la IA busca emular a los humanos a nivel cognitivo, y así, aportar valor y optimizar la productividad y eficiencia de las empresas.
Una vez entendidos los roles de cada uno en el contexto empresarial, pasemos a definirlos de una manera más clara.
¿Qué es la automatización?
La automatización es la fase de operacionalización de una tarea o proceso que antes era realizado por humanos pero que, gracias a la tecnología pasa a ser realizado por máquinas con poca o nula intervención humana. A lo largo de la historia, el hombre ha visto la necesidad de acortar los tiempos de ciertas tareas. Es válido afirmar que los orígenes de la automatización se remontan al siglo XVII con la construcción de los primeros “autómatas” y con los inicios de la división del trabajo, que implica la reducción del proceso de fabricación de algo a subprocesos o a fases independientes más pequeñas.
No obstante, los orígenes de la automatización que reduce la intervención humana se dan a inicios del siglo XX con la industrialización. Allí, y gracias a la división del trabajo, se posibilitó el diseño y la construcción de máquinas que reproducían movimientos clave dentro de los subprocesos ya realizados por los trabajadores. Desde entonces, los avances energéticos y tecnológicos han actuado en función de la automatización y de su objetivo de optimizar la eficiencia empresarial a gran escala.
¿Qué es la Inteligencia Artificial?
Los inicios de la IA se encuentran estrechamente relacionados con los orígenes de la computación. Esta última surge en los años 30 con “la máquina de Turing” de ahí en adelante se dan ciertos avances hasta el año 1955, cuando el científico estadounidense John McCarthy acuñó por primera vez el término “Inteligencia Artificial”. A partir de allí, surgieron ramas de estudio, prototipos y avances tecnológicos que han ido configurando el panorama de la inteligencia artificial tal y como la conocemos.
La IA es entonces un campo de estudio relacionado a la computación y a la creación de máquinas que puedan razonar, aprender e interpretar datos o situaciones que por lo general requieren inteligencia humana. En el contexto empresarial, la Inteligencia Artificial comprende un conjunto de tecnologías basadas en el aprendizaje automático (Machine Learning) con el fin de analizar datos, interpretar situaciones, apoyar la toma de decisiones y mucho más. Para conocer estrategias efectivas de implementación de IA en los negocios, consulta nuestro artículo sobre Inteligencia Artificial: Estrategias para su uso en las empresas.
¿Cuál es la principal diferencia entre una y otra?
Tanto la Inteligencia Artificial como la automatización cumplen la función de optimizar procesos y facilitar el trabajo y funcionamiento de las empresas, la principal diferencia radica en la capacidad de razonar. Las herramientas y tecnologías de automatización son capaces de ejecutar tareas, seguir procesos a ritmos incluso superiores que los humanos, pero no están hechas para aprender o interpretar algo más allá de aquello para lo que fueron programadas. La IA por su parte, al tener la capacidad de razonar, puede ir mucho más allá de simplemente automatizar tareas. Existen casos de IA empresariales que aprenden constantemente mediante la replica y optimización de procesos cognitivos.
En otras palabras, la principal diferencia se resume a la capacidad de aprendizaje y toma de decisiones, frente a la ejecución de tareas y procesos.
¿Cómo se integran a las empresas?
En muchos casos la Inteligencia Artificial es compatible con procesos de Automatización, son soluciones tecnológicas que se superponen y a la vez se complementan, estando la Inteligencia Artificial por encima de la automatización. Es decir, puede haber automatización de procesos basada en IA, pero no puede haber IA que solo se limite a automatizar, su verdadero valor implica ir más allá de lo operativo.
Ahora bien, el primer paso para integrar estas soluciones tecnológicas a las empresas es diagnóstico de los procesos existentes para identificar oportunidades de mejora y los roles que cada solución ocuparía dentro de la empresa. Una vez identificado esto, el siguiente paso es implementar las soluciones de forma modular, comenzando por áreas críticas y escalando la integración conforme se obtengan resultados positivos. Paralelamente, es fundamental capacitar al personal para que se familiarice con las nuevas tecnologías y adapte sus roles a las herramientas automatizadas.
Finalmente, se debe establecer un sistema de monitoreo y retroalimentación, mediante indicadores de rendimiento (KPIs) que permitan evaluar la eficiencia y realizar ajustes continuos. Este enfoque escalonado asegura que la integración no interrumpa las operaciones actuales y permita a las organizaciones aprovechar al máximo los beneficios tanto de la automatización como de la IA, logrando una transformación digital escalable en el tiempo.
La gestión empresarial moderna: una convergencia entre Inteligencia Artificial y Automatización
Tanto la automatización de procesos como las soluciones de Inteligencia Artificial funcionan a partir de los datos. Mientras que los sistemas automatizados procesan datos siguiendo reglas fijas, la inteligencia artificial interpreta y comprende la información.
Esta sinergia ayuda a las empresas a transformar sus operaciones, optimizando procesos y acelerando la toma de decisiones con la ayuda de los datos arrojados por la IA. El resultado es una gestión operativa más eficiente, con flujos de trabajo optimizados y una mayor capacidad de adaptación a las exigencias del mercado actual.
Adoptar una estrategia que combine automatización e inteligencia artificial es una inversión que, si se ejecuta de una manera adecuada, puede maximizar la rentabilidad y dirigir la transformación digital de las empresas hacia la eficiencia y la innovación integral.
Fuentes:
¿Qué es la Inteligencia Artificial o IA? – Google Cloud
¿Qué es la automatización de procesos? – SAAP
La diferencia entre inteligencia artificial y automatización – Observatorio de Inteligencia Artificial
